Dollhouse

Ahora que ya se ha cancelado “Dollhouse” tengo que reconocer que lo que más me sorprende no es la cancelación en si, sino el hecho de que la renovaran en su momento para una segunda temporada, algo que no hizo la misma cadena con su anterior serie, “Firefly” y esa si que se lo merecía.

El caso es que el paso de Joss Whedon por las cadenas de televisión con diversas series no ha sido precisamente un camino de rosas, incluso “Buffy la cazavampiros”, su serie de más éxito, peregrinó hasta por tres cadenas distintas. Aunque supongo que ya tenía experiencia, viendo lo que hicieron con la película original de Buffy, de la que el propio Whedon salió por piernas. La mala suerte le siguió posteriormente en “Firefly”, una serie impresionante a la que decapitaron sin darle oportunidad de levantar el vuelo por culpa de las prisas por la audiencia. Posteriormente fue un éxito de ventas en DVD, lo que le permitió a Whedon hacer la película “Serenity” para poder cerrar las tramas de la serie.

Ante todo, debo reconocer que soy fanático de Joss Whedon y que llevaba esperando la serie mucho tiempo. Con más ganas si cabe, al saber que la protagonista sería Eliza Dushku, que interpretó a Faith en Buffy y que también estaría Amy Acker que interpretó a Fred en “Angel”, el spin off de Buffy. Así que estarían dos de mis morenas favoritas. Aunque yo lo que deseaba era que hiciera un spin off de Buffy con Faith de protagonista y ya puestos a pedir, que recuperara a Spike (Ahhh, soñar es gratis).

El caso es que esperaba la serie con los brazos abiertos y lo que me encontré fue una soberana decepción. La serie tiene el principal defecto que puede tener una serie de televisión, algo que es inaceptable. Es aburrida. Una serie puede tener más o menos presupuesto, mejores o peores actores incluso guiones flojos, pero lo que nunca jamás debe ser es aburrida.

Y es aburrida porque Joss Whedon, en mi opinión, se traiciona a si mismo al intentar hacer una serie con un tono más adulto. Ya que para conseguirlo deja de lado su principal virtud, que es la de ser un escritor de diálogos brillante, en los que destaca el humor. Por otro lado, el propio concepto de la protagonista hace que sea difícil empatizar con absolutamente nada de lo que le pase, ya que cada capítulo presenta una personalidad distinta, o al menos lo intentan, porque las cualidades dramáticas de Eliza son bastante limitadas.

Y es que la propia premisa de la serie impide la identificación del espectador, puesto que se parte de una especie de “casa de putas de lujo” para millonarios que quieran ver cumplida su fantasia. Para lo cual, cuentan con unos agentes sin recuerdos a los que van introduciendo los perfiles para cada fantasía. Por lo que cada capítulo presentan una personalidad distinta. Además, las subtramas, que deberían dar unidad a la serie, no terminan de enganchar, quizás porque recaen sobre los secundarios. En definitiva, un paso en falso de Joss Whedon del que espero que aprenda y vuelva para darnos más historias de calidad a su legión de fanáticos.

2 comentarios:

Small Blue Thing dijo...

A mí no me disgusta la serie, es más, creo que si no fuera de Joss Whedon no nos parecería tan mala.

Pero por el contrario, en sus peores momentos _y venga secuencias de Eliza Dushku pegándose, y venga..._ consigue que me tire de los pelos a tres manos, precisamente por lo anterior. Y porque creo que lo peor del trabajo ha sido no mantener a la estrella en su sitio y saberla convencer de éste.

Si todavía tienes un rato, intenta ver los episodios que quedan: tiene momentos conmovedores, como ya los tenía en la temporada anterior.

Y por cierto, andaba hace una semana Nathan Fillion en Twitter rumoreando sobre una segunda película de Serenity... Le respondí que se dejaran de chorradas y retomaran la serie. Si puede Futurama, no van a poder estos, con toda la plantilla en paro.

Chuso dijo...

Buena crítica.
Yo añadiría una cosa: que ni en Tru Calling ni en Dollhouse Eliza Dushku me pone la mitad que cuando salía en Buffy. Ahí toda perversa, enfundada en cuero repartiendo leña... Grrr... Para mí Eliza Dushku está hecha para escenas de acción y no dramáticas.