Respuestas

Si hay algo que diferencia a los humanos del resto de animales, es sin duda la curiosidad (Bueno y los pulgares oponibles), es algo común a toda la especie, excepto chonis y poligoneros, que solo necesitan su dosis semanal de Gran hermano y pirulas (En todos los sentidos posibles del término).

El ser humano tiene una necesidad innata de obtener respuestas, necesita llenar los vacios de conocimiento y es precisamente esa necesidad de llenar los huecos la que provoca una especie de reverso tenebroso de la curiosidad. Porque cuando los conocimientos no son suficientes para tapar los agujeros, aparece la superstición y el mito para ocupar esos vacios que no se han podido llenar de una manera racional. Porque la necesidad del hombre en muchos casos no es tanto obtener el conocimiento como llenar los huecos y les importa poco si esas respuestas obtenidas son reales o simples fantasías mientras les resulten reconfortantes y les ofrezcan seguridad.

Esta necesidad de obtener respuestas se extiende a cualquier campo o situación social imaginable. Por ejemplo, en el caso de crímenes que conmocionen, la gente no soporta escuchar que no se tienen pistas sobre el responsable, necesita oir que se sabe mucho y que se está tras su pista, necesita certezas a las que agarrarse y muchas veces esto provoca la creación de cabezas de turco para calmar la angustia de la masa.

Otro ejemplo claro de la necesidad de certezas que den respuesta a las dudas que genera la observación de la realidad es la propia idea de Dios. Dios no es más que la primera hipótesis científica de la humanidad. El ser humano observaba fenómenos que no podía explicar y ante esas lagunas de conocimiento se sacó de la manga una explicación. Esto le calmaba y le confortaba, pero si la observamos a lo largo de los tiempos, vemos como la hipótesis Dios ha tenido que ser desechada una y otra vez a medida que se encontraban explicaciones racionales a fenómenos a los que se llamó Dios en algún momento, como los rayos, los árboles, Maradona.

De hecho, si nos fijamos por ejemplo en eso que los teólogos fueron llamando atributos del alma, como por ejemplo el pensamiento, nos damos cuenta de que uno a uno van cayendo explicados por la ciencia. Dentro de un tiempo va a quedar muy poco que definir como alma debido a la falta de atributos.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Los únicos dioses que me parecen aceptables son los griegos, todos con conductas humanas (aunque no reprochables)
Mas que Diós me preocupa la IGLESIA porque chalados e iluminados hay muchos pero estos además están organizados e infiltrados. Seguro que algún dia hablas de ello. Lo espero.
Hay te dejo una entrada que hice hace tiempo

aDios, hasta luego.

http://hoja-demente.blogspot.com/2008/10/esclavas-de-cristo.html