Días de fiesta

Esta semana, como cada año, han sido las fiestas de mi pueblo. Aquí no tenemos pilón ni tampoco le pegamos fuego a animales (Aunque las orquestas se acercan peligrosamente a la incineración), ni corremos delante de ellos, ni ninguna de esas chorradas retardadas, por lo que nunca saldremos en programas de videos con caidas "graciosas" ni en "Gente", bueno en este al menos no hasta que encuentren lo que tengo enterrado en mi jardín.


El caso es que desde pequeño siempre he tenido sentimientos encontrados cuando llegaban estas fechas, por una parte, como todos los crios, estaba deseando que llegaran las fiestas, sin embargo por la otra las detestaba con toda mi alma. Porque que el hecho de que llegaran los días de las fiestas significaba que había que volver al colegio, encima me cortaban las fiestas por la mitad. Y es que yo jamás soporté lo de volver al colegio, todavía es el día de hoy que me ponen frenético los estúpidos anuncios de la vuelta al cole del Corte inglés, eso por no mencionar los niños que salen en los telediarios por estos días diciendo que les encanta volver al colegio, vamos, pura manipulación informativa.

Pero volviendo al tema de las fiestas, lo cierto es que actualmente me evocan sin poder remediarlo la idea de una de esas ferias siniestras donde campan a sus anchas los asesinos de los slashers. Supongo que las fiestas de los pueblos pequeños están diseñadas para que les gusten a los crios y a los abuelos. La franja intermedia acabamos en Oviedo, en las fiestas de San Mateo, haciendo exactamente lo mismo que en una fiesta de pueblo pero rodeados de miles de desconocidos y apretados como sardinas, incómodos y pasando calor, cosas de la inabarcable estupidez del ser humano.

5 comentarios:

Ash dijo...

Joer, no sabía que eras de cerca de Oviedo. Por el estandarte... de Morcín, quizá?

Paria dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Paria dijo...

Jo, da que pensar que alguien identifique Morcín por un estandarte que pone "amigos de los nabos"...

Aunque lo más sorprendente es que alguien haya pillado la referencia a mi lugar de origen...

Ash dijo...

No es por ofender a nadie, al contrario. Creo que es en Morcín donde es famosa esa fiesta (o donde hay fama de que preparan bien los nabos). Un amigo siempre me está diciendo que a ver cuando vamos a nomeacuerdoquesitio a comerlos (hablando siempre de hortalizas, claro está). :)

Nym dijo...

Una fiesta donde no se masacra un animal no es fiesta ni es ná. Estoy a punto de mandarle a mi ayuntamiento una propuesta de fiesta que va a ser la bomba: echamos ácido sulfúrico a los ojos de un toro con un traje de alambre de espino, corremos delante de él desde la plaza mayor hasta delante de la iglesia azotándolo con un látigo, lo subimos al campanario y lo tiramos desde allí. El colmo del despiporre, oiga.