Receta para una religión

Muchas veces uno está tirado en el sofá, aburrido y sin nada que hacer y se pregunta-¿Oye, por qué no monto una religión?. Para todos esos emprendedores, aquí van una pequeña serie de consejos imprescindibles para tener una buena religión, de esas que te aseguran pasta y sexo a tutiplén.


Obviamente, lo primero que tenemos que hacer es inventarnos un dios molón, una gran parte del éxito o del fracaso de una religión depende de él. Hay que tener en cuenta que la experiencia demuestra que los dioses que más triunfan son aquellos que presentan graves trastornos de personalidad. Yo, personalmente, me decantaría por el gran dios ornitorrinco, señor supremo de la creación.

Casi al mismo nivel de importancia que la elección de nuestro dios se encuentra la oferta de premios, debemos recordar que esto es como una tómbola de feria y nuestros premios postmorten deben ser los más atractivos. Ahí tenemos a los musulmanes, que ofrecen vaginas esperándonos más allá. Ciertamente este es un premio contra el que es bastante difícil competir, tal vez ofreciendo vaginas y una Playstation consigamos algo.

Otro punto importante que no debemos olvidar es el carácter misógino con el que debemos impregnar toda nuestra mística retórica. No hay ni una sola religión con éxito que no potencie esa misoginia del tipo “Las mujeres son unas sucias pecadoras…Y además solo te quieren como amigo”.

Por supuesto, es importante la indumentaria, ya se sabe que la primera impresión es la…bueno, es la primera. La ropa siempre, siempre, debe ser gay tirando a muy gay, faldones con vuelo de colores chillones, tiaras, grandes sombreros picudos que compitan con las pamelas de Ascot. Todo muy llamativo, como de Chueca. Absolutamente todas las religiones de este planeta cumplen a rajatabla este precepto en la indumentaria, todas son Kisch y muy gaylord.

Recuerda, la coherencia no financia catedrales. Así que predica la paz y justifica la guerra, condena el aborto y cuando crezcan mándalos a morir por dios y por la patria. Y no se te olvide estar siempre de parte de quien tenga el poder en cada momento.

Otro punto importante a tener en cuenta, la represión es fundamental para desarrollar las perversiones distintivas, aquellas que nos van a hacer especiales frente a las religiones de la competencia, unos se autoinmolan, otros se follan niños, todo es cuestión de echarle imaginación al asunto.

Y por supuesto, debes establecer una jerarquía piramidal, este sistema lleva 2000 años funcionando, así que no intentes arreglar lo que no está roto. Piensa que este sistema permite mantener a la última monarquía absolutista que queda en el corazón de Europa.

2 comentarios:

Nym dijo...

A mí, si no hay cánticos rituales y orgía posterior, no me interesa lo más mínimo.

Paria dijo...

Es que las orgías ya se sobreentienden. Una religión sin orgías es un epic fail.