Slashers

Cuando uno acaba de meterse en un par de días 8 de las películas de Mike Myers, no, el de Austin Powers no, el original, el de la máscara y la mala baba, tiene todo el derecho a que se le vaya un poco la cabeza y ponerse a pensar cosas estúpidas acerca de los slasher en general.

El caso es que si uno es aficionado a este género conoce las reglas básicas, bueno, no es necesario tampoco ser aficionado, porque con haber visto Scream ya vale, ya que en la película ofrecen un resumen sobre las reglas básicas. Así que más o menos todos sabemos como funciona. Se necesita un asesino con máscara que no diga ni mu y alguna motivación truculenta para que nuestro simpático boy scout se ponga a dar matarile a diestro y siniestro. También necesitamos un buen surtido de objetos punzantes, nada de armas de fuego, la esencia de estas películas se encuentra en destripar adolescentes.

Por otro lado se necesita carne de cañon en forma de grupo de adolescentes salidos, este grupo obviamente tiene que cumplir los tópicos del género, como tener un no-caucásico al que cepillarse en el primer tramo, la parejita de salidos a los que les da por liarse en mitad de la matanza y acaban en coitus interruptus, etc. Y claro, no puede faltar la última chica, esa que desde el principio sospecha y no se droga ni folla y que acaba sobreviviendo tras una larga persecución por parte del asesino.

A lo que voy es que no entiendo por qué se trata de un subgénero tan denostado. Lo acusan de simple y repetitivo y eso es algo totalmente cierto, pero si uno analiza cualquier subgénero encontrará los mismos esquemas simples y repetitivos, no hay más que ver cualquier comedia romántica. El caso es que meditando sobre su estructura, bueno quien dice meditando dice tomándome unas cervezas, me he dado cuenta de que hay mucho slasher disfrazado de otros géneros para darle un toque de clase.

Por ejemplo me viene a la cabeza una película como “Alien, el octavo pasajero”, que prácticamente cumple a rajatabla con la estructura de lo que debe ser un slasher, un asesino que se va cargando uno a uno a los protagonistas de maneras chungas. Quizás falten tetas, pero tenemos los arquetipos básicos a sacrificar por cualquier asesino en serie que se precie. Además, como no podía ser de otra manera, tenemos a una chica que sobrevive al final y también tenemos un montón de referencias fálicas, no hay más que ver la cabeza del alien (En el caso de los slasher se trata de ver quien tiene el cuchillo más largo y afilado).

Otro slasher encubierto de ciencia ficción podría ser depredador, claro que aquí tendremos que pasar por alto las licencias homoeróticas de las que hace gala la cinta. Un montón de mercenarios cachas y sudorosos empalados por un extraterrestre, que por cierto también lleva máscara, como Jason. Aquí el papel de la última chica lo tiene nuestro gobernador de California favorito, Chuache. Supongo que en semejante coctel de testosterona Reaganiana sería el que más en contacto estaba con su lado femenino.

Yo creo que llevando el razonamiento al extremo podríamos tildar de slasher cualquier película de Charles Bronson o Steven Seagal, con la peculiaridad de que estas estarían rodadas desde la perspectiva del asesino de la máscara. En fin, mejor dejo para otro día lo de hablar sobre la influencia de las “weird stories” del pulp de los años 30 porque está claro que se me va demasiado la olla, así que mejor lo dejo aquí y me voy a comprar una máscara y un cuchillo de cocina bien afilado, bueno o un slap chop, todavía no lo he decidido.

1 comentarios:

Nym dijo...

Un slasher a base de slapchop sería un WIN como un mundo (y me doy vergüenza y asco a mí misma por meter tres anglicismos en una frase de doce palabras).