Hay que ver como se le nota el juego al ala más filofalangista del PP. Desde el momento en el que perdieron las elecciones trataron de eliminar por la via rápida a quien ellos habían puesto cuatro años antes, pero no contaron con que se les pusiera farruco y en vez de reaccionar con discreción se lanzaron a degueyo comandados, como no, por su "think tank" de cabecera desde la radio.
El problema es que se les ve el plumero incluso desde el Meteosat, que si Aguirre amaga pero no da, que si Zaplana y Acebes se piran (antes de que los echen claro), que si voces críticas por aquí y por allá, claro, ninguna que de la cara en el congreso porque saben que poco tienen que hacer. Lo que pretenden es desgastar y desgastar hasta que se caiga el solo para poder hacerse con el poder sin tener que dar la cara, que ya se sabe el desgaste que eso tiene si te sale mal la jugada.
La última en apuntarse al "pégale una patada a Rajoy ya verás que divertido" ha sido María San Gil, es de suponer que con el beneplácio de Jaime (con Franco vivimos tiempos de extraordinaria placidez) Mayor Oreja. Y esta última dando un espectáculo bastante lamentable visto desde fuera del PP, retirándose de una ponencia que ella misma había corroborado punto por punto y tratando de usar un supuesto lugar de referente moral para desgastar un poco más a Rajoy.