Quien se opone a la eutanasia es un hijo de puta sin corazón

Resultaría irónico el ejercicio de cinismo de la iglesia y Berlusconi con respecto al caso de Eluana sino fuera tan obscena la hipocresía con la que llaman asesinato a este caso cuando es exactamente lo mismo que hicieron con Juan Pablo II en su momento. El ansia de control sobre la vida humana que tienen parece que no conoce límites.

Sinceramente solo puedo desearles a todos y cada uno de esos impresentables que se declaran en contra de la eutanasia que sufran una larga enfermedad, incurable y dolorosa, a ser posible que también la sufran en aquellos a quienes ellos quieran.

Y es que no creo que existan cosas más dolorosas que tener que sufrir la agonía de un ser querido cuando ya no hay solución posible. Es desolador ver como solo ofrecen cuidados paliativos, alargando un desenlace inevitable, haciendo sufrir no solo al enfermo sino a toda una familia destrozada por una pérdida inevitable, que tiene que ver como se va apagando poco a poco quien ellos quieren.

Y por sino fuera bastante con sufrir la perdida, después comienza el calvario social derivado de los velatorios y funerales. No soy capaz de entender porqué una familia debe sufrir su dolor de cara al público, teniendo que aguantar todo un mareante desfile de amigos y conocidos expresándole sus condolencias. Una y otra vez las mismas frases vacías intentando ofrecer consuelo, en algunos casos de manera sincera, pero en otros muchos, la mayoría, como una simple fórmula de cortesía social. En ningún momento ofrecerán consuelo a una situación para la que no existe consuelo. Y después los funerales, que son auténticos actos de sadismo, recordándole a la familia lo mucho que ha perdido y hablando de fantasías de campos Eliseos o derivados...