Si hay algo que los nazis no soportaban era lo que ellos llamaban "La ciencia judía", una vez escuché una anécdota a este respecto que dicen que le sucedió a Albert Einstein. Al parecer, en los días de la Alemania nazi no se podían permitir herejías judías como la revolucionaria teoría de la relatividad, así que un grupo de científicos alemanes reunieron sus opiniones contradiciendo sus teorías en un libro que llevaba por título "100 autores en contra de Einstein". Dicen que cuando Albert se enteró de su existencia contestó-¿Para qué 100?, si estuviese errado tan solo haría falta uno.

Cada vez que escucho en los medios de comunicación a todos esos "investigadores" UFO me viene a la cabeza esa anécdota. Y es que al parecer, al margen de esas fotos y videos de "altísima calidad" y "honorabilísima procedencia" que suelen esgrimir, el principal argumento en el que basan la venta de sus libros, programas, conferencias y dvd´s son los supuestos testigos del "fenómeno".

Acumulan supuestos testigos de supuestos fenómenos como si el volumen en si fuera una prueba, leí hace poco sobre algo llamado "El proyecto revelación" una fundación que se dedica a desvelar la supuesta conspiración del gobierno de los Estados Unidos para ocultar tecnología extraterrestre. Y de nuevo, su única prueba para avalar sus teorías es una interminable lista de supuestos testigos, a los que otorgan credibilidad por sus credenciales, que viene a ser como decir-Dios existe, hazme caso en lo que te digo porque soy médico- O sea utilizar una cierta "respetabilidad" por llamarlo de alguna forma para tratar de justificar algo de lo que se carece de pruebas.

Ante esto, solo cabe responder como respondió Albert Einsten-¿Para qué 100?, si estuviese errado tan solo haría falta uno.