Lo que para unos está bien, para otros está mal y solamente es una cuestión de tiempo que se de la vuelta a la tortilla. Ahí tenemos por ejemplo a todos esos "hombres de bien" que en un alarde de racismo larvado atacan a la inmigración, pongamos por ejemplo a la musulmana, sacando a colación "argumentos" como el burka y plañen escandalizados, pero curiosamente, también claman al cielo ante la degeneración en el vestir pecaminoso de la juventud, incluso algunos cargan contra todos esos "exhibicionistas" nudistas.
Esto no es más que un ejemplo de como se trazan lineas arbitrarias con el único fin de definir lo que es bueno y lo que es malo sin más criterio que la mitología en la que crea cada determinado grupo social en un momento, la única diferencia en este caso es que los del burka trazan la linea en un punto y los otros en otro, es tan solo una cuestión de gradación, pero en el fondo son el mismo perro con distinta correa.
Y es que el problema de la moral es la base que la cimenta, no es más que un conjunto de normas arbitrarias para regular el comportamiento social, y no existe ningún tipo de canon inscrito en la nauraleza en el que basar todo el castillo de naipes que es la moral de una sociedad. Por mucho que se empeñen en predicar todo tipo de sacerdotes, no hay unas leyes escritas en una tabla de piedra que puedan justificar el desarrollo de la moralidad de una sociedad. Y ese es precisamente el punto donde fallan todas, en la reducción al dogma en la que se basan. Y es ahí donde nacen casi todos los conflictos. Porque todo el mundo cree que su moral es la correcta y el resto se equivocan y aun no haciéndolo con mala intención juzgan todo lo demás basándose en unos criterios que en muchos casos son ridículos, pero los toman como verdades absolutas.
En fin supongo que lo que pasa es que soy un pecador relativista y nihilista al que el desayuno no le sentó demasiado bien y lo vomita aquí.