Y es que los bancos son unos traficantes de dinero, su juego consiste en dejarte dinero que no es suyo y que les pagues por ello, pero ese beneficio no repercute en quien deposita el dinero con el que trafican, sino que se va acumulando en manos de unos pocos que han construido un cártel del que uno no se puede librar, poco a poco nos hemos ido convirtiendo en vasallos de un sistema financiero que se encuentra en manos de unos pocos.

Pero la riqueza que han ido amasando se ha echo tan desproporcionada que hoy en día ni siquiera somos vasallos de estos nuevos señores feudales, somos sus esclavos literalmente hablando. Allá donde mires encuentras la larga mano de las instituciones financieras moviendo los hilos. Aunque suene a plan del Doctor Maligno, la realidad es mucho más pragmática y se reduce a beneficio económico puro y duro y a una cada vez menor redisribución de la riqueza, cada día concentrada en menos manos.

Pero claro, si se te ocurre decir que los bancos deberían estar bajo el control de los estados (y no al revés como sucede ahora mismo) y que sus beneficios deberían ser redistribuidos socialmente (porque los bancos no generan realmente riqueza sino que especulan con la que crean los demás) entonces lo mínimo que te llaman es comunista trasnochado y se llenan la boca con cosas como libertad de mercado (que no deja de ser humor negro porque constiuyen un oligopolio al que no se puede acceder).

Ya se que no debería ponerme así cada vez que miro un extracto de mi cuenta, pero como hoy me pilla a mano el ordenador lo dejo por escrito.