Viaje a Escocia I



Por culpa de la manía de buscar el vuelo más barato, me tragué tres trasbordos antes de conseguir poner el pie en Edimburgo, eso significa que me comí tres "Performance" a la ida y tres a la vuelta sobre seguridad en el avión. No digo que esté mal que te enseñen una y otra vez a ponerte el chaleco salvavidas, pero me parece difícil que se te ocurra ponértelo mientras caes desde 10.000 metros en posición fetal y llorando como un crio. Además, se dejan en el tintero importantes consejos sobre seguridad. Está bien lo de las mascarillas, el cinturón, etc. ¿Pero qué hay sobre las auténticas amenazas, por qué no nos explican que hacer en caso de ataque OVNI o qué pasa si se sube Melendi?

Lo de los controles en los aeropuertos lo dejaré de lado, que bastante me jodió tener que facturar el equipaje a la vuelta por no poder subir al avión con una botella de whiskey, ¿Acaso se piensan que voy a derribar el avión emborrachando a los pilotos?

En fin, lo importante es que pude poner el pie en Edimburgo en pleno festival de verano, lo que convierte a la capital escocesa en un espectáculo contínuo. A todas horas, en todas partes, te puedes encontrar espectáculos callejeros de todo tipo, malabaristas, magos, músicos, toneladas de turistas...Por no mencionar la infinita oferta de obras de todo tipo repartidas por la ciudad, desde teatro de vanguardia basado en la expresión corporal (Malditos gafapastas) a el famoso festival Tatoo, que se realiza en la explanada situada frente al Castillo de Edimburgo y para el que no quedaban entradas cuando yo fui, así que solo podría hablar de él de oídas, literalmente hablando, porque alguna vez pasé a su lado durante el espectáculo.


Personalmente, yo me quedo con lo de escuchar conciertos en pubs mientras me bebo una pinta de Guinness, bueno o dos. Con la poca tolerancia que tengo al alcohol, eso es más que suficiente para que ande por ahí con un ligero pedal, lo cual, unido a mi no demasiado alto dominio del inglés (Y menos de ese que hablan los escoceses) puede dar lugar a situaciones de mucha risa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué me vas a contar a mí, si la última vez que cogí un avión me obligaron a facturar por culpa del lanzagranadas... Putos quisquillosos de los huevos.

Haberte llevado la botella puesta, hombre XD

Paria dijo...

No pude llevarmela puesta porque era para regalar...Y la última vez que me ofreci yo mismo como regalo hubo demasiadas arcadas y quieras que no, eso no es bueno para la autoestima.

Anónimo dijo...

Paria - La proxima vez que te ofrezcas como regalo hazlo empapelado en Bin ladens, es decir, los morados de 500. Ya veras tu ya..

Nym - ¿Sabes si por casualidad hay excedentes de lanzagranadas M79 de la guerra de Vietam? Quiero uno para joder a mis vecinos!!