Los problemas empiezan cuando de entrada te dicen literalmente que no puedes hacer caso de sus consejos, que ellos no son profesionales, que jamás han cursado estudios de medicina, nutrición o cualquier otra disciplina mínimamente relacionada con aquello sobre lo que se supone que te van a consejar. Además, te indican textualmente que no lleves a la práctica ninguno de sus consejos sin haber consultado con un médico profesional, para terminar diciendo que ellos no se hacen responsables de que alguien siga los consejos que ellos publiquen. Esta declaración de intenciones de por si es una confesión de que lo que ellos van a escribir es pura basura especulativa carente de pruebas científicas y basada sobre todo en mitos de gimnasio, aunque es de agradecer su honestidad, bueno más bien su intención de no ser demandados por una lista de delitos que ocuparía varias páginas.

Personalmente, una de las patadas científicas que más me han molestado de lo que leí fue como mezclan la evolución de las especies (Que requiere un cambio en la composición genética de las poblaciones) con la plasticidad fenotípica (Un ejemplo de esto sería ponerse moreno por exposición al sol) para llegar a la conclusión de que al cuerpo no le gustan los cambios. Y es que hay pocas cosas que me molesten más que el hecho de que alguien se ponga a hablar de la evolución sin tener ni puta idea.

Aunque hay perlas que no tienen desperdicio en su página de Twitter como "Si NO llevas una dieta basada en contar calorías, no tendrás ni remota idea de lo que estará pasando en tu cuerpo y controlar los cambios", que es una invitación en toda regla al trastorno obsesivo compulsivo. En fin, todo un paraiso para gente obsesionada con su cuerpo y sin mucho sentido común.