El pensamiento mágico e irracional está tan asentado en la sociedad que parece imposible acabar con él a pesar de siglos de avances científicos y conocimiento del mundo que nos rodea.
Curiosamente, la idea de Dios no deja de ser una hipótesis utilizada para explicar el mundo que nos rodea y como toda hipótesis debe ser contrastada para validarla o rechazarla, sin embargo las religiones se quedan simplemente en la formulación de la hipótesis aupándola al grado de dogma de fe.
A lo largo de los siglos sin embargo, la capacidad racional del hombre ha ido podando esa idea, así de manera primitiva, Dios era un árbol, el fuego, Maradona...Todo aquello que el hombre no comprendía o controlaba era explicado con la hipótesis Dios. Con el paso del tiempo la idea se fue elaborando, creando los grandes panteones mitológicos con concepciones más abstractas de la divinidad, hasta finalmente llegar a los grandes monoteismos, el grado más elaborado de la hipótesis Dios. Paralelamente se desarrollaron las instituciones jerárquicas religiosas que comparten entre si su sistema básico de funcionamiento.
Todo este rollo viene a cuento porque bajo mi punto de vista , la sociedad actual parece tener interiorizado el modelo de funcionamiento de secta y esto es algo que las grandes empresas aprovechan en su beneficio con indudable éxito.
En un mundo que presenta cada vez más posibilidades somos cada vez más uniformes, caminamos guiados por modas creadas para fomentar el consumo y qeu venden una falsa diferenciación(como vas a tener una personalidad definida vistiendo igual que el resto), sin embargo esa es la idea que parece haber calado entre la gente, el otro día leí una noticia que decía que un adolescente denunció a su instituto porque no le dejaban estar en clase con la gorra puesta y esta según él definía su personalidad, esto no pasaría de anécdota si los padres no hubiesen apoyado su actitud. Pero parece que definitivamente vivimos en un mundo en el que la personalidad se define por lo que tienes y no por lo que eres. Y esto es el gran triunfo de la "sociedad capitalista".