Munchausen

En estos últimos días ha sido noticia el caso de esa madre de Melilla que intoxicaba con etanol a su hijo (con lo feo que está suministrar alcohol a los menores de edad, eso nunca lo haría un local de marcha). En algún sitio escuche que se trataba de un caso de síndrome de Munchausen por sustitución, una enfermedad mental en la que el progenitor causa la enfermedad a su hijo para hacerse necesario y conseguir atención. No he podido evitar pensar en la conferencia episcopal mientras escuchaba la noticia.

Resulta curioso como los que en teoría predican la compasión y lo de poner la otra mejilla ejercen de justificadores de la violencia de una manera cínica y retorcida. Hablando de eso que tanto les gusta del “guerracivilismo”, critican un supuesto ataque a sus creencias como justificación a una supuesta violencia a ejercer, llegado el caso. Un ataque que solo existe en su imaginación, curiosamente como ese amigo imaginario del que viven. El caso es que te los encuentras cada día despotricando contra lo que denominan “reabrir viejas heridas”, mientras por el otro lado intentan colar sus mierdas (placas a enfermas mentales que responden al nombre de sor) en instituciones que en teoría son aconfesionales. Y se llevan las manos a la cabeza cuando un juez debe imponer algo que en teoría debería ser de sentido común, como es retirar los simbolismos religiosos de los colegios públicos. Que yo sepa, nadie les ha obligado a retirarlo de los privados que financien. La ironía viene cuando critican un supuesto adoctrinamiento por parte del estado a costa de “educación para la ciudadanía” y a su vez critican que se eliminen símbolos religiosos para conseguir una mayor libertad de pensamiento.

Supongo que debe ser eso lo que les jode, que la gente tenga mayor libertad de pensamiento. Con lo bien que estábamos antes, con esas bonitas fiestas religiosas que teñían de color los campos de España, bueno, llámale fiestas, llámale cruzada/golpe de estado religioso-fascista que tiñó de sangre los campos.

No deja de ser divertido ver como la jerarquía de la iglesia se lanza a las barricadas, alejándose cada día más de la realidad, alertándonos por ejemplo de la destrucción de la familia tradicional(cuando Rouco, Losantos o Aznar son los mejores ejemplos del fracaso del modelo de familia tradicional). Dándole caña a la “kale borroka” mediática mientras entre bambalinas firman acuerdos económicos con el gobierno, se ve que la pela es la pela, ¿Se referirán con eso a la mano izquierda de dios, la que firma los cheques?

Observando su comportamiento se podría pensar que es simplemente un ejercicio de caradura, hipocresía y doble moral, sin embargo podría ser que se tratase simplemente de una patología mental (al margen obviamente de las que ya tienen, por ejemplo el hecho de que son muy mayores para creer en el ratoncito Perez), podría tratarse simplemente de una búsqueda de atención alentando el enfrentamiento para hacerse a si mismos necesarios como solución.


Por otro lado, tenemos al faro de occidente, el bufón de las Azores, en fin, el políglota, Aznar, que haciendo gala de una coherencia extrema, tras decir que se retiraba de la política, ha dado su sermón bimestral a los cachorros del lado nacional. Y como no, aprovechó para calentarle las orejas a Rajoy. Uno pensaría que eso de criticar a quien tu mismo elegiste a dedo para “heredar” tu puesto podría verse como tirar piedras contra tu propio tejado, sin embargo desde una óptica basada en el síndrome de Munchausen adquiere un sentido mucho más revelador y coherente. Y es que el ego de Aznar es voraz y necesita ser arrullado con el sonido del peloteo y los focos sobre él. Y claro está una forma de conseguir eso es haciendo justamente lo que hace.

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