Off the ground

La manera por la que llegué a engancharme a los beatles me resulta bastante curiosa, antes de ellos, la música no me gustaba especialmente, no compraba discos, ni iba a conciertos. Como mucho recordaba las canciones que en aquel momento estuvieran de moda simplemente por haberlas escuchado en la radio.

El caso es que un sábado estaba viendo la tele por la tarde y dio la casualidad de que emitían, supongo que por enésima vez “todo en un día”, una película que yo nunca había visto. Personalmente me parece, a día de hoy, una de las mejores comedias de los años ochenta. En una de las escenas, Mathew Broderick, que es el protagonista, acaba metido en medio de un desfile cantando “Twist and shout”. Entre que la canción es buenísima y que la película me estaba gustando, se ve que se me quedó metida en la cabeza, así que hablando más tarde con unos amigos, salió el tema de la canción y uno de ellos (Fan de los beatles) me dijo que la tenia en un cassette, esas piezas de arqueología musical que siguen esperando que llegue su día como objeto de reivindicación vintage, pero se ve que no tienen el glamour de los vinilos.

Así que me dejo la cinta con varias canciones de los Beatles, lo que sucedió después supongo que se puede considerar una epifanía. Unos días después ya me había echo con el antologhy , que había sido editado hacia poco tiempo. Y tras el, llegó la discografía y tras ella la de Paul MacCartney y aunque menos, también la de Lennon. Con Lennon tengo una relación de amor-odio, porque tiene muchísimas canciones que me encantan, pero sin embargo sus discos en solitario nunca me llegaron a convencer del todo, supongo que será el efecto Yoko. Ya se, ya se que Paul también a metido mierda en sus discos en cantidades industriales, sin embargo sus discos en solitario me parecen mejores que los de John, pero ha tenido la mala suerte de vivir para contarlo y eso es algo que los creadores de mitos no perdonan.

No deja de ser curioso que la canción con la que empezó mi afición a los Beatles fuese una versión, con esa voz rota de John Lennon, casi gritándola. Y es que la versión se grabó al final de una sesión, con ellos hechos polvo y John casi sin voz, pero quedó perfecta. Y creo que aun hoy sigue siendo la mejor versión de la canción que se haya hecho.



En fin, tanto rollo para decir que Paul Mccartney es mi músico favorito y digo músico, porque no es que Paul se haya distinguido nunca por ser un gran escritor de letras, en eso le superaba claramente John y lo cierto es que viendo algunas de las canciones que sacó en los últimos tiempos, uno podría pensar que los vegetarianos le han hecho mucho daño a la música. Me viene a la cabeza una canción tan reaccionaria como “freedom” compuesta a raiz del 11 de septiembre. Se echan de menos los tiempos en los que componía cosas como “give ireland back to the irish”. Queda claro que para componer es mejor fumarse la hierba que comérsela.

He llegado incluso a comprarme una guitarra exclusivamente para aprender a tocar las canciones de Paul, luego descubrí que hace falta talento y paciencia para tocarla, pero esa es otra historia. Por no mencionar que he peregrinado hasta Liverpool para darme un paseo por “La caverna”, como quien va a Fátima. Y por supuesto, están los conciertos, cuando había perdido la esperanza de poder verlo en directo, volvió a hacer giras, así que pude verle en Barcelona y para mi sorpresa, también en Gijón en su siguiente gira. Fue en Gijón donde pude escuchar “helter skelter” en directo, simplemente impresionante. Aunque tengo que reconocer que hubiera preferido verle en los años 70, antes de que la mezcolanza ego-nostalgia lo devorara.

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