Votad, votad, votad.

A estas alturas ya tenía pensado haber ganado el estado de Florida, pero se ve que mis cálculos eran quizás demasiado optimistas, ordenaré asesinar a mis asesores. El caso es que tal vez no quedó claro que el cometido del anterior post (Justo el que teneis aquí debajo), o si no quereís bajar hasta él, podeis acceder desde aquí (Milagros estúpidos de los blogs), en cualquier caso, el cometido era ser votado, simplemente hay que pinchar donde pone votar (Bueno, al menos eso creo) y el ego de tito paria sufrirá un orgasmo.

Recordad que por cada voto que no deis, un gatito será sodomizado por Jimenez Losantos y eso pesará sobre vuestras conciencias hasta el fin de vuestros días, avisados quedais. Además, que sepais que me quedo con vuestras caras.

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