Los partidos políticos

Si no me falla la memoria, el principio fundamental de un estado de derecho consiste en la separación de los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial. Podría centrar mi bilis en como ese principio es sodomizado de manera sistemática por los poderes públicos de este pais, pero prefiero cargar contra algo que me parece igual de dañino para un sistema democrático, los partidos políticos.

Aunque los políticos no se cansan de decirnos una y otra vez que vivimos en una democracia, lo cierto es que se trata de una gran mentira, no estoy hablando de conspiraciones, masones ni extraterrestres, esas cosas son el terreno de Iker Jimenez y Losantos, que al parecer acuden a las mismas fuentes. El caso es que en la práctica, lo que tenemos en España es una partitocracia, pero debe ser que eso queda peor de cara a buscar sloganes molones.

Me dirán que los partidos políticos tienen como misión encauzar y hacer cumplir la voluntad democrática manifestada por el pueblo. Claro que yo solo escucharé bla, bla, bla, no pienses, bla, bla, haz lo que te digo...Porque lo cierto es que los partidos políticos son organizaciones privadas y como toda organización privada, velan por sus propios intereses. Son básicamente empresas que venden ideas (Por definir de alguna manera eso que hacen).

En la práctica, lo que tenemos es un sistema de gobierno que consiste en permitir que sea una empresa u otra la que dirija el cotarro, porque una de tantas cosas graciosas de nuestro sistema electoral es que no permite presentarse a personas, debes constituirte en empresa (eufemísticamente llamada partido político). Y eso es algo que transforma automáticamente las ideas en decisiones empresariales. Las campañas electorales no son más que un gran anuncio para que compres Coca-cola y los dejes tranquilos durante cuatro años haciendo y deshaciendo.

Pero lo peor de todo no es establecer un sistema partitocrático, lo peor de todo consiste en dejar operar a esas empresas a su antojo a nivel interno. Resulta curioso comprobar como los supuestos adalides del juego democrático funcionan como un sistema de poder cuasi absolutista. Un ejemplo lo tenemos en el poderoso dedo de Aznar, capaz de elegir un sucesor sin necesidad de tanto ritual como el resto de religiones establecidas (A su favor diré que la Botella debe estar encantada con su dedo mágico).

¿Cómo pueden pretender hacernos creer que existe un mínimo de juego democrático cuando solo nos permiten decidir entre empresas y esas empresas a su vez funcionan como una empresa normal a la hora de seleccionar a sus dirigentes, esto es, según sus propios criterios empresariales, que poco tienen que ver con la democracia?

El funcionamiento interno de los partidos políticos debería estar bien regulado por ley, estableciendo con claridad trámites como las elecciones primarias entre sus afiliados como medida para intentar evitar en lo posible la creación de castas que no rinden cuentas al electorado. Para regular su propia financiación y prevendas si que muestran interés en legislar, ahora bien, el tema de las primarias es algo que siempre queda a elección del presidente del consejo de administración, que las utilizará como maquillaje cuando crea que las ganará sin problemas, aunque a veces salta la sorpresa al dejar hablar a la gente, por eso se hacen tan pocos referendums, supongo.

3 comentarios:

pepito piscinas dijo...

totalmente de acuerdo. hace años, cuando era joven e ingenua... esto no, quería decir idealista, pues pensé en meterme en uno de esos partidos... afortunadamente no lo hice.

Con el tiempo, he conocido gente que si que está dentro de ellos, y la verdad, el lavado de cabeza que tienen es 'acojonante', no hay razonamiento por su parte, solo 'ideas de partido' y eso es bastante triste... con lo bonito que es ver el parlamento inglés en que en un mismo partido hay libertad de voto.... en fin, pensemos que solo tenemos 30 años de democracia y aún nos queda mucho por aprender...

Anónimo dijo...

Lavado de cerebros, total y absoluto. Yo también tengo un buen ejemplo de ello, cómo un buen chaval se convirtió en un subnormal de tomo y lomo y en un apóstol de su partido. Agh.

Paria dijo...

Hum, interesante, tenía pensado montar una secta pero igual me sale más a cuenta montar un partido, el lavado de cerebros será el mismo pero me ahorraré lo de la túnica...